lunes, 12 de marzo de 2012

El estrepitoso fracaso de la Salud Pública

Los transgénicos (Organismos Modificados Genéticamente, OMG) dañan los órganos.

Salud Pública 0 - Industria Agroalimentaria 1

Mucho se ha hablado sobre el peligro y los inconvenientes de todo tipo de los transgénicos. Sin embargo,  aún hay pocas personas conscientes de que los transgénicos son una grave amenaza para la salud humana, animal, y también para el medio ambiente y la biodiversidad.



España produce mucho más de la mitad de los transgénicos de Europa, este es uno de los curiosos legados del anterior gobierno, el progresista (http://www.portaloaca.com/articulos/mundo-natural/1652-espana-tiene-el-80-de-los-cultivos-transgenicos-de-europa.html). En tanto, el actual gobierno de España, conservador, continua en la misma linea y refuerza aun más los compromisos con la UE para aumentar el número de hectareas dedicadas al cultivo de lo que no quiere el resto de Europa, los transgenicos (http://www.lavanguardia.com/vida/20120308/54266162244/espana-apostara-activamente-transgenicos.html). 

Así es: ¡De lo que no quiere el resto de Europa! Los países de nuestro entorno socioeconómico prohíben los OGM (http://www.vanguardia.com.mx/hungriadestruyetodosloscamposdemaiztransgenicodemonsanto-1171139.html), o los rechazan (http://www.ecoticias.com/alimentos/60019/noticia-medio-ambiente-BASF-fiascou-patata-transgenica-vender-transgenicos-en-Europa). Lamentablemente, nuestros gobiernos, que siempre son interinos, permiten que se considere a nuestro país como si del basurero de Europa se tratara.

Incluso países muy alejados de nuestra orbita sociocultural, como es el caso de China, prohíben los transgénicos (http://www.greenpeace.org/espana/es/Blog/china-dice-no-al-arroz-transgnico/blog/39048/). 

¿Por qué nosotros no?

Esto puede ser debido a que las grandes corporaciones que producen y comercializan los OMG se amparan en el hecho de que no existe un estudio concreto que demuestre su peligrosidad, por lo que no son dañinos.  Sin embargo,  este argumento falaz comienza a desmoronarse  y van apareciendo los primeros estudios concretos que demuestran que su consumo si es dañino para la salud.




Un nuevo estudio publicado en Environmental  Sciences  Europe analizó una meta-análisis sobre los efectos del consumo de maíz y frijol de soya en ratones. Tras correlacionar la información extraída en 19 estudios previos sobre animales se encontró que el 9% de los parámetros que se midieron, incluyendo bioquímica sanguínea y de orina, peso de órganos, e histopatología (análisis microscópicos) estaban significativamente alterados entre los animales que habían sido alimentados con productos genéticamente modificados.

Los órganos que más afectados resultaron luego de ingerir periódicamente alimentos genéticamente modificados fueron el hígado y los riñones, era de esperarse ya que estos órganos funcionan como filtros para las sustancias que entran a nuestro organismo, por lo cual ante la presencia de intoxicación alimenticia son los que reaccionan más notablemente. En el caso de los ratones que se utilizaron dentro del estudio los riñones del 43.5% de los machos evidenciaban serios trastornos mientras que en el hígado del 30.8% de las hembras también aparecieron graves alteraciones.

“Una gran cantidad de datos apuntó a en que los problemas en el hígado y los riñones son consecuencias directas de una dieta con alimentos genéticamente modificados. Otros órganos que también se pueden ver afectados son el corazón, el bazo, y las células de la sangre” afirmaron los autores del estudio.

Los investigadores a cargo del estudio eligieron como alimento a utilizar la soya y el maíz ya que estos dos cultivos representan el 83% de los alimentos genéticamente modificados que se comercializan y que actualmente son consumidos por miles de millones de personas alrededor del mundo.

Tras la investigación también quedó demostrado qué la mayoría de los estudios que se llevan a campo en este campo con el propósito de definir si los alimentos genéticamente modificados obtendrán la autorización para comercializarse, normalmente los financian las propias corporaciones implicadas, y el tiempo que emplean para medir el efecto de la alimentación de los animales con OMG se realiza de manera intencional durante plazos muy cortos y de esta forma no se permite que los efectos negativos en sus organismos florezcan.

Los estudios de la industria limitan los estudios a un máximo de noventa días (y muchos de ellos ni siquiera alcanzan un mes de duración). Este tipo de estudios puede fácilmente dejar de detectar muchas de las consecuencias significativas que tienen los alimentos OMG en el organismo de los animales que se utilizan, es por esta razón precisamente que no existían estudios concretos sobre los daños que producen los alimentos transgénicos, pero ahora ya están saliendo poco a poco verdaderos estudios que nos muestran las consecuencias de los transgénicos.

” No es posible concluir en solo 13 semanas sobre un tipo de patología inducida por alimentos OMG y si es una patología mayor o menor. Por esta razón es necesario prolongar las pruebas que se hacen en los estudios”.

Esperemos que estos estudios de una vez por todas sean tomados en cuenta por los Agentes Sociales de la Salud Pública de nuestro país y logren prohibir el cultivo y la comercialización de transgénicos en nuestro país.

¿Si hacen daño en los animales como no lo van a hacer en las personas?

Fuente: Séralini et al.: Genetically modified crops safety assessments: present limits and possible improvements. Environmental Sciences Europe 2011 23:10. http://www.enveurope.com/content/pdf/2190-4715-23-10.pdf.

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